Inaugurada en el año 2000 para celebrar el cambio de milenio, esta imponente estructura se erige como un icónico punto de observación que ofrece vistas panor...

Inaugurada en el año 2000 para celebrar el cambio de milenio, esta imponente estructura se erige como un icónico punto de observación que ofrece vistas panorámicas. Su diseño, obra de los arquitectos David Marks y Julia Barfield, rompió moldes en su concepción, al presentar una noria de eje vertical que se ha convertido en un símbolo distintivo. Con una altura que la convierte en una de las más grandes de su tipo a nivel mundial, esta atracción permite a sus visitantes disfrutar de una perspectiva única a través de cápsulas de vidrio selladas que realizan una rotación lenta y constante.

Cada cápsula está diseñada para albergar a numerosos pasajeros, proporcionando un espacio amplio y seguro desde el cual se pueden contemplar los horizontes urbanos. La experiencia de ascenso y descenso es suave, lo que la hace accesible para personas de todas las edades y condiciones, incluyendo aquellas con movilidad reducida. La duración de una vuelta completa es aproximadamente de 30 minutos, tiempo durante el cual se puede apreciar la transformación del paisaje urbano y la sinergia entre lo histórico y lo contemporáneo.

Este punto de observación no solo ha capturado la atención de quienes buscan disfrutar de las vistas, sino que también ha sido protagonista de eventos y celebraciones, convirtiéndose en un lugar predilecto para actos especiales. Su iluminación nocturna, que a menudo cambia de color para conmemorar eventos importantes, añade un elemento dinámico al skyline. La atracción ha sido galardonada y reconocida en numerosas ocasiones, consolidándose como un elemento esencial en la narrativa visual y turística de la ciudad.