Descubre la magia de la noche romana con una visita a una icónica fuente, iluminada con una tenue y romántica luz, un emblema de la Roma Barroca.

Ubicada en el corazón de la Ciudad Eterna, esta majestuosa obra de arte es un emblema del Barroco romano. Su diseño y construcción fueron encargados por el Papa Clemente XII y llevados a cabo por el arquitecto Nicola Salvi en el siglo XVIII. La fuente es famosa por su impresionante tamaño, siendo la más grande de la ciudad, y por su detallada y exquisita escultura.

La fuente está adornada con varias figuras mitológicas y alegóricas, todas talladas con gran detalle y maestría. En el centro, se puede ver a Neptuno, el dios del mar, montado en un carro tirado por dos caballos de mar. A su lado, dos tritones luchan por controlar a los caballos, uno salvaje y el otro dócil, simbolizando los dos estados del mar. En la parte superior de la fuente, se encuentra un escudo con el emblema papal, flanqueado por dos alegorías de la Abundancia y la Salud.

La tradición popular dice que si lanzas una moneda a la fuente con la mano derecha sobre el hombro izquierdo, volverás a la ciudad. Esta costumbre ha hecho que la fuente sea un lugar de encuentro para turistas y locales, y las monedas recolectadas se donan a organizaciones benéficas.

Por la noche, la fuente se ilumina con una luz tenue y romántica, creando un ambiente mágico que atrae a los visitantes. La luz resalta los detalles de las esculturas y el agua que fluye, creando un espectáculo visual impresionante. Esta vista nocturna de la fuente es una de las más emblemáticas de la ciudad, y es un lugar imprescindible para cualquier visitante.