Explora un fascinante pueblo medieval en lo alto de un monte, con vistas impresionantes de la isla y disfruta de su afamada artesanía y repostería.

Este encantador lugar se encuentra en la cima de una montaña, ofreciendo vistas panorámicas impresionantes de la isla circundante. Su ubicación elevada no solo proporciona un paisaje espectacular, sino que también le otorga un aire de misterio y encanto. El pueblo es conocido por su arquitectura medieval bien conservada, que incluye calles empedradas, antiguas iglesias y castillos.

La historia de este lugar se remonta a la antigüedad, habiendo sido un sitio de importancia estratégica para varias civilizaciones a lo largo de los siglos. Los visitantes pueden explorar los restos de estas épocas pasadas, incluyendo las murallas de la ciudad y las fortalezas que aún se mantienen en pie.

Además de su rica historia y belleza natural, este lugar es famoso por su artesanía y repostería. Los artesanos locales producen una variedad de productos únicos, desde cerámica pintada a mano hasta joyería intrincada. Los visitantes pueden pasear por las tiendas y talleres del pueblo, donde pueden ver a los artesanos en acción y comprar recuerdos únicos.

La repostería local es otro de los atractivos que no se deben perder. Los dulces tradicionales, hechos con recetas que se han transmitido de generación en generación, son una delicia para el paladar. Ya sea que prefieras los pasteles de almendra, los cannoli o los biscotti, hay algo para satisfacer a todos los golosos.