Descubre la historia y la belleza de una isla dedicada desde la antigüedad a la medicina, ubicada en el río Tíber. Un lugar único para explorar en tu visita...

Ubicada en medio del río Tíber, esta isla única ha sido dedicada a la medicina desde tiempos antiguos. Su historia se remonta a la antigua Roma, cuando se erigió un templo en honor a Esculapio, el dios de la medicina y la curación. Este templo se convirtió en un lugar de peregrinación para aquellos que buscaban curación, y la isla se convirtió en un centro de medicina.

La isla es famosa por su forma, que se asemeja a un barco, y está conectada a las dos orillas del río por dos puentes, el Ponte Cestio y el Ponte Fabricio. Ambos puentes son antiguos y han sido restaurados varias veces a lo largo de los siglos. El Ponte Fabricio es el más antiguo de Roma que aún se conserva.

En la actualidad, la isla sigue siendo un centro de medicina, ya que alberga el Hospital Fatebenefratelli. Este hospital, fundado en el siglo XVI, es uno de los más antiguos de Europa que aún está en funcionamiento. Además, la isla es un lugar de interés turístico, con sus calles empedradas, sus antiguos edificios y su ambiente tranquilo y relajado.

La isla también es famosa por su Basílica de San Bartolomé en la Isla, que fue fundada en el siglo X. Esta basílica es un lugar de peregrinación para los cristianos, ya que se cree que alberga las reliquias de San Bartolomé, uno de los doce apóstoles.

En resumen, esta isla en el río Tíber es un lugar único para explorar durante una visita a Roma. Con su rica historia, su dedicación a la medicina y su belleza arquitectónica, ofrece una experiencia inolvidable para los visitantes.