Esta ciudad, ubicada en la región del este de Francia, es conocida por su rica herencia industrial y cultural.

Esta ciudad, ubicada en la región del este de Francia, es conocida por su rica herencia industrial y cultural. Durante el siglo XIX, se convirtió en un importante centro de la industria textil, lo que impulsó su crecimiento y desarrollo económico. Este legado industrial aún se percibe en sus museos y arquitectura, donde se conservan y exponen máquinas y técnicas que fueron pioneras en su tiempo. Además, esta urbe es famosa por albergar una de las colecciones de automóviles más impresionantes del mundo. El museo dedicado a esta pasión por los vehículos cuenta con una exhibición que incluye desde los primeros modelos de la historia del automóvil hasta los más modernos superdeportivos. Este espacio no solo es un punto de encuentro para aficionados a la ingeniería mecánica, sino también un testimonio de la evolución tecnológica y del diseño a lo largo de los años. El patrimonio cultural de esta localidad se ve enriquecido por su arquitectura, con edificios que datan de la época de la industrialización y que hoy día son considerados monumentos históricos. Las calles y plazas reflejan un pasado próspero y están llenas de vida, con mercados y festivales que celebran tanto la historia como la cultura contemporánea. La gastronomía también juega un papel importante, con platos tradicionales que reflejan la fusión de influencias francesas y alemanas, producto de su ubicación geográfica.