Disfruta de un recorrido en barco y tren cremallera, ascendiendo a 2000 metros en el monte Rigi con vistas y almuerzo típico.

Enclavada en el corazón de una región pintoresca, esta área destaca por su impresionante paisaje natural, donde las aguas cristalinas se encuentran rodeadas de majestuosas montañas. La belleza de este lugar ha sido celebrada durante siglos, sirviendo de inspiración para artistas y escritores que han quedado cautivados por su serenidad y esplendor natural.

Históricamente, esta región ha jugado un papel importante en el desarrollo del turismo de montaña. Desde el siglo XIX, ha sido un destino predilecto para aquellos que buscan escapar de la vida urbana y sumergirse en la tranquilidad de la naturaleza. La construcción de infraestructuras, como ferrocarriles y teleféricos, ha facilitado el acceso a las cumbres, permitiendo a los visitantes disfrutar de vistas panorámicas sin igual.

La interacción entre el hombre y la naturaleza ha dado lugar a una serie de pueblos y villas que se esparcen a lo largo de las orillas, cada uno con su propio carácter y encanto. Estos asentamientos reflejan una rica herencia cultural, con arquitectura tradicional que se mezcla harmoniosamente con el paisaje. Los festivales locales y las tradiciones se han mantenido vivos a lo largo de los años, ofreciendo un vistazo a las costumbres y el modo de vida de sus habitantes.

La biodiversidad de la región es notable, con una variedad de flora y fauna que se beneficia de la variedad de microclimas y altitudes. Las áreas protegidas y los parques nacionales cercanos juegan un papel crucial en la conservación de estos ecosistemas, asegurando que las generaciones futuras puedan seguir disfrutando de este patrimonio natural.