Descubre la historia y la belleza de Roma con una visita a la Basílica de San Pedro en el Vaticano, hogar de una icónica obra maestra que te dejará sin aliento.

Ubicada en el corazón del Vaticano, la Basílica de San Pedro alberga una de las obras maestras más emblemáticas del Renacimiento. Esta magnífica escultura, tallada en mármol por el genio del arte renacentista, Miguel Ángel, es una representación conmovedora de la Virgen María sosteniendo el cuerpo de Jesús después de la crucifixión.

La escultura fue encargada por el cardenal francés Jean de Bilhères, quien quería algo excepcional para su tumba. Miguel Ángel, con solo 24 años en ese momento, aceptó el desafío y creó una obra maestra que sigue siendo admirada por su belleza y perfección técnica. La escultura fue terminada en 1499 y desde entonces ha sido una de las principales atracciones de la Basílica.

La escultura es notable por su detallada representación de la figura humana y la expresión de dolor y tristeza en los rostros de María y Jesús. La Virgen María es retratada como una mujer joven, lo que ha sido objeto de debate entre los historiadores del arte, ya que no coincide con la edad que se supone que tenía en el momento de la muerte de Jesús. Sin embargo, esta elección artística se cree que fue intencional, para representar la pureza eterna de María.

La visita a la Basílica de San Pedro no estaría completa sin admirar esta obra maestra. Su belleza y la emoción que evoca dejan a los visitantes sin aliento. Es un testimonio del genio de Miguel Ángel y un recordatorio de la pasión y el sacrificio que representa.