Descubre la imponente catedral de piedra arenisca rosada, un ícono de belleza europea, y admira el Parlamento Europeo en tu visita.

Esta ciudad, ubicada en la región del Gran Este, es conocida por su rica historia y su vibrante vida cultural. Fundada por los romanos, ha sido un importante centro de comercio y política a lo largo de los siglos, reflejando una mezcla única de influencias francesas y alemanas debido a su posición en la frontera de ambos países. El casco antiguo, conocido como la "Grande Île", ha sido reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, destacando por su arquitectura medieval y renacentista. Entre sus edificaciones más emblemáticas se encuentra una imponente catedral gótica, famosa por su reloj astronómico y su elevada torre que ofrece vistas panorámicas de la ciudad. Además, esta urbe es sede de importantes instituciones europeas, como el Parlamento Europeo, lo que la convierte en un símbolo de la integración y la democracia en el continente. La presencia de dichas instituciones subraya su papel como un lugar de encuentro para la diplomacia y el diálogo intercultural. Cada año, sus calles cobran vida con uno de los mercados navideños más antiguos y grandes de Europa, atrayendo a visitantes de todo el mundo que buscan experimentar la magia de la temporada en un entorno histórico. La gastronomía local también es un punto de interés, con especialidades que reflejan la fusión de las tradiciones culinarias francesas y alemanas.