Praga

Puente de Carlos

Puente de Carlos

Descubre una joya arquitectónica que conecta la historia y la belleza, un lugar donde el tiempo parece haberse detenido. Un imprescindible en tu visita a Praga.
Esta joya arquitectónica, que conecta la historia y la belleza, es un lugar donde el tiempo parece haberse detenido. Situado en la vibrante ciudad de Praga, este impresionante monumento es un imprescindible en cualquier visita a la capital checa.

Construido en el siglo XIV, durante el reinado de Carlos IV, este emblemático puente de piedra es uno de los más antiguos de su tipo en el mundo. Su diseño gótico y sus 30 estatuas de santos, la mayoría de las cuales son réplicas de las originales, le dan un aire místico y majestuoso.

Además de su belleza arquitectónica, este lugar es un punto de encuentro para artistas, músicos y vendedores, lo que le da un ambiente animado y cultural. Desde sus arcos, se pueden disfrutar de unas vistas panorámicas inigualables del río Moldava y del castillo de Praga.

Este puente no es solo un paso entre dos partes de la ciudad, sino un viaje a través de la historia y la cultura de Praga. Un lugar donde cada piedra cuenta una historia y cada paso te lleva más cerca del corazón de esta ciudad mágica.