Descubre uno de los distritos más emblemáticos durante tu visita panorámica por la capital británica.

Esta área se caracteriza por su elegancia y exclusividad, con calles adoquinadas y plazas que evocan la grandiosidad de épocas pasadas. Desarrollada en el siglo XIX por el arquitecto Thomas Cubitt, se convirtió en uno de los distritos más prestigiosos, hogar de aristócratas y miembros de la alta sociedad. Las fachadas de las casas, con su característico estuco blanco, reflejan un estilo arquitectónico georgiano y victoriano que ha sido cuidadosamente preservado a lo largo de los años.

El distrito es conocido por sus jardines privados meticulosamente cuidados, que son una característica distintiva y aportan un oasis de tranquilidad en medio de la vibrante metrópoli. Estos espacios verdes, a menudo rodeados por rejas de hierro forjado, son exclusivos para los residentes de las propiedades circundantes, lo que añade un elemento de privacidad y exclusividad.

A lo largo de su historia, ha sido escenario de importantes acontecimientos sociales y ha albergado a numerosas embajadas y consulados, lo que subraya su importancia en el ámbito internacional. Además, sus calles han sido el escenario de muchas historias y novelas, capturando la imaginación de escritores que han quedado cautivados por su atmósfera única. La influencia de su pasado aristocrático sigue siendo palpable en la actualidad, con propiedades que a menudo permanecen en manos de las mismas familias durante generaciones, manteniendo así la herencia y el prestigio de este enclave.